DE LO QUE SÉ DE MÍ
VIAJE FURGO VERANO 2021 (reeditado)
Durante los meses de julio y agosto del año 2021 emprendí un viaje en solitario por España y Portugal. Cada día escribía sobre aquello que vivía y pensaba y, tras tres semanas de viaje, decidí que había llegado el momento de comenzar a compartir mis escritos con otras personas. Así que, al llegar a la ciudad de Zafra, en Badajoz, me senté frente a una mesa en el patio interior del Albergue Convento San Francisco —donde me hospedé y, por cierto, estaba solo— y con gran entusiasmo cree un blog en el que esa misma tarde comencé a publicar. Ahora, casi dos años después de aquello, he creado otro nuevo lugar, De Lo Que Sé De Mí, para compartir una mayor variedad de géneros escritos.
En esta sección vuelvo a publicar todo lo que escribí durante aquel Viaje Furgo Verano 2021 (pues así lo nombré), empezando con la entrada con la que presentaba aquel primer blog hace dos años, que es la siguiente:
(febrero de 2023)
¡Hola!
Soy David. Ya, ¿y qué más? Pues, por el momento, lo más interesante que puedo decir sobre mí es que me gusta escribir. Lo que me lleva a explicar la principal razón por la que decidí crear este blog: quise dar con una forma mediante la cual pudiera compartir con otras personas vivencias e ideas sobre las que escribo de forma corriente.
Creé este blog durante un viaje que hice entre los meses de julio y agosto de 2021 viajé en solitario por España y Portugal en una furgoneta que me prestó un buen amigo.
Ahora, además de mis memorias de viaje, tengo con la posibilidad de continuar publicando escritos sobre… ¿mis pensamientos e ideas? ¿artículos sobre temáticas de actualidad? ¡No sé a dónde me llevará este proyecto!
VIAJE FURGO VERANO 2021 – Comienzo (1) 07/07/2021 Primera noche por Santander y a la búsqueda de tablas de surf… El día 7 de julio de 2021 salgo de viaje desde mi pueblo, que está situado a una veintena de kilómetros al norte de la ciudad de Pamplona (Navarra). Comienzo esta aventura con mucha ilusión, así como con incertidumbre al pensar en qué me deparará el próximo mes viajando por España y Portugal. Me desplazaré en la furgoneta que me ha dejado mi amigo Iñaki, ¡menudo regalazo —gracias. Iñaki—! Finalmente, y tras haber sido llevado a debate en varias tertulias con mi colega Álex y compañía en Madrid, viajaré solo. Dormiré en la furgoneta la mayoría de días y no tengo una ruta de viaje precisa establecida. Comenzaré yendo hasta Asturias, donde quisiera visitar a unos amigos con los que trabajé durante el verano de 2018 en un refugio de montaña en Picos de Europa. Hace ya tres años que no nos vemos, e hicimos una buena amistad durante el tiempo currando codo con codo junto a los Lagos de Covadonga. Luego tal vez descienda hacia el sur de España por la autovía de la Ruta de la Plata. Así me lo recomendó mi gran amigo Jon hace unos días. De este modo, podré cruzar a Portugal desde el sur y continuar ascendiendo poco a poco hasta Galicia, recorriendo toda la costa oeste de nuestro país vecino. ¡¡Yuhuuu!! Así que, tras salir de viaje un siete de julio más sin celebrar los Sanfermines (pues por la pandemia de han cancelado por segundo año consecutivo), las famosas fiestas de la ciudad de Pamplona, cruzo una parte del País Vasco antes de entrar en Cantabria. En un rato hago la primera parada junto al mar, en Laredo, donde me echo una siesta de órdago. La tensión que los últimos días organizando el viaje he acumulado baja mientras mi cuerpo agradece tirarse un rato sobre el colchón encima del edredón dentro de la furgoneta. Además, también ha sido algo cansino que, desde que he dejado la provincia de Álava, ha comenzado a llover de lo lindo. Por Bilbao parecía que llovían mares. Y solo una vez en Laredo se ha despejado el cielo. Tras despertarme de la siesta he ido a dar una vuelta por el encharcado paseo de junto a la playa. Después sigo conduciendo hacia Santander. Que yo recuerde, no conozco Santander. Aunque es posible que haya estado alguna vez cuando era pequeño. Pensando que alguien a quien he contactado por “Wallapop” me responderá al mensaje pronto y me venderá la tabla de surf de gomaespuma en la que estoy interesado entró a Santander y cruzo la ciudad hasta el paseo de la playa. ¡¡Mola el sitio!! En parte porque me recuerda algo a Biarritz (Francia), donde pasé todo el verano de 2019 cuidando a dos chavalines de 5 y 7 años en tant que jeune garçon AuPair; fue un gran verano. Durante la tarde paseo y toco la guitarra en las playas de Santander. A la caída del sol me da por ir a correr un rato y explorar los acantilados más allá de las playas. Al volver de correr me ducho rapidito en una ducha de estas que hay en la playa. Luego me pongo a preparar mi primera cena usando el camping gas. Me encuentro en un aparcamiento junto a la playa y hay muchos coches que vienen y van. También veo gente joven de actitud algo macarra. Así que, para estar más tranquilo, como durante el rato que he ido a correr he visto un lugar posiblemente mejor donde aparcar la furgoneta y dormir, decido moverme justo antes de ponerme en horizontal. Al ir a correr también he visto, tiradas en una esquina de un club de tenis, unas tablas de surf viejas. Me ha dado la impresión de que no se les da mucho uso desde hace tiempo. Y es que he estado buscando una tabla de surf de gomaespuma blanda y barata. Quiero comprarme una así porque, desde que me caí en bici en la ciudad de Burdeos donde estudié la carrera, todavía sigo algo lesionado de la zona de las costillas, y no me fio nada de usar la tabla de resina, que es bastante dura. Pero, como no consigo respuestas convincentes a los mensajes que he enviado por las webs de material de segunda mano “Wallapop” y “Milanuncios”, me da que mañana a la mañana me voy a presentar a preguntar por esas viejas tablas amontonadas que he visto en el club de tenis.